Un artista callejero irrumpe en el espacio previsto para la actuación y muestra su frustración y enfado porque no consigue sus deseos de reconocimiento y aplauso.
Unas risas que proceden del interior de la “gran cabeza” parecen burlarse de él. En el intento de acallar esas voces provocadoras, el artista se encontrará con los fantasmas de su conciencia. Criaturas incontrolables que lo acompañarán en un vertiginoso viaje donde lo onírico se impone a la razón. Toda una aventura con giros inesperados que nos sugiere, poco a poco, la sospecha de una vulnerabilidad: la existencia de una secreta vida interior que nos define pero que es ajena a nuestro control y voluntad.
Al final, el artista consigue su aplauso y, es posible, que reconozcamos que es eso, precisamente, lo que nos mueve. La imperiosa necesidad de desear la aceptación de los demás.
Espectáculo de calle nocturno.
Mediano- gran formato, para público adulto.
Duración: 60 min.